miércoles, 29 de enero de 2014

“Ellos me llevaban la maleta, ahora les llevo yo”


Augusto Bastidas no despega la mirada del campo de juego. Sus nietos en la cancha de tierra lo trasladan a esa época del fútbol profesional cuando la fiesta se vivía en paz. De vez en cuando se levanta y grita cuando golpean a uno de sus familiares. Su esposa Teresita siempre lo acompaña en cada aventura dentro del deporte barrial.

A pesar de sus 70 años, su mente lúcida recuerda la magia de Polo Carrera en Liga de Quito y añora esos momentos del deporte cuando se disfrutaba sin el miedo a la violencia. “En lo profesional se ha perdido la hinchada por las barras mal conducidas. Se toman tan a pecho las cosas que no les importa lo que suceda en el campo de juego” dice don Augusto.

Ahora lo único que le impulsa a vivir el deporte más popular de Ecuador (fútbol) es ver a sus nietos. “Ellos juegan bien y yo les vengo a alentar” menciona mientras toma la mano de su esposa, quien no descuida ningún detalle de las acciones de gol que protagonizan los “pequeños” como lo destaca el adulto mayor.



“En el fútbol barrial todo es diferente. Se vive sano y disfrutan lo que hacen” añade. Se detiene. Se para y da tres pasos hacia las mallas. “Corre por el lado izquierdo el de ahí es malo” grita al mayor de sus nietos. Sonríe y da un pequeño repaso a su pasado.

“Mi padre fue jugador del Gimnástico que jugó a nivel amateur, de ahí mi gusto por este deporte. Yo jugaba bien y ellos (nietos) me llevaban la maleta antes, ahora les llevo yo” dice mientras su rostro golpeado por los años al parecer no pierde la ilusión de disfrutar más tiempo el deporte que ilusiona y frustra al mismo tiempo a los fanáticos.

Suena el pitazo final y suelta la mano de su esposa. Da unos pocos pasos y en un abrazo eterno felicita sin palabras a sus nietos, quienes mantienen la ilusión del jugador amateur, del hincha de los “Super Clásicos” capitalinos, de don Augusto, quien semana a semana demuestra que la pasión no está en un resultado sino en el deseo de observar a quienes más quiere.